Comprar champú sólido es una muy buena decisión, sin embargo, aún hay una gran cantidad de personas que no se terminan de decidir por esta alternativa. Es por ello que, a continuación te vamos a dar 4 razones que te ayudarán a decidirte por un champú sólido en lugar de uno líquido.

¡Duran hasta 3 veces más que un bote de champú líquido!

¿Alguna vez has pasado un buen rato exprimiendo ese bote de champú para ver si consigues sacar una última gota de líquido con la que poder lavarte el pelo, y luego te das cuenta de que el envase apenas dura un mes, o como mucho, un par de meses? Desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, ¿verdad?

Pues bien, las barras de champú se diferencian de su homólogo líquido en un aspecto muy importante: ¡la durabilidad! Una barra de champú puede durar hasta 3 veces más que un bote de champú líquido de tamaño convencional.

Y por una razón muy sencilla: se trata de una fórmula mucho más concentrada que la de un bote de champú convencional, ya que este último está muy diluido en agua. Intente leer la etiqueta de cualquier champú líquido y vea cuál es el primer ingrediente que aparece en la lista. ¡Es agua! Y eso explica por qué tenemos que exprimir tanto el champú de las botellas para conseguir un lavado adecuado.

Con las barras de champú nunca tendrás el problema de usar demasiado champú, porque con una o dos pasadas consigues el efecto que quieres: ¡mucha espuma!

Esto significa que sólo hay que utilizar una cantidad ínfima de la barra de champú en cada lavado y suele durar mucho más que su homólogo líquido siempre que, por supuesto, la guardemos en un lugar seco.

¡Es más barato que un champú líquido!

La segunda razón es básicamente una consecuencia de la primera. Si el champú sólido es más concentrado y dura hasta 3 veces más que un líquido, ¡eso significa que ahorras dinero cada vez que compras una barra de champú! ¡Pero veamos por qué!

El típico bote de champú del mercado tiene entre un 70 y un 80% de agua en su composición, y algunos incluso más, a la que las empresas añaden detergente y algunos aditivos, esencias o perfumes. Esto significa que muchos de nosotros estamos pagando precios elevados por una botella llena de agua y sólo una pequeña cantidad de otros ingredientes.

En cambio, como el champú sólido tiene una cantidad de agua muy residual y produce espuma de lavado con bastante facilidad, puede proporcionarle entre 60 y 80 lavados en total. Si te lavas el pelo todos los días, puede durar una media de 2 a 3 meses, y si te lo lavas con menos frecuencia, ¡durará mucho más!

Aunque el coste de una barra de champú parece, a primera vista, más elevado de lo habitual, la razón por la que es realmente un buen negocio es porque te durará más tiempo. Sin duda, te ahorrará dinero y viajes a la tienda.

Una solución más respetuosa con el medio ambiente, que aborda el uso excesivo de plástico

Esta es nuestra tercera razón, pero es una de las más importantes. Dada la amenaza que el plástico desechable supone para el medio ambiente, y especialmente para la preservación de los océanos y la vida marina, la barra de champú es una de esas soluciones inteligentes que puedes adoptar en tu vida diaria, sin mucha dificultad, y con un alto impacto a largo plazo.

Evidentemente, la barra de champú no requiere el tradicional envase de plástico, ya que se trata de un champú concentrado, y se puede envasar perfectamente en papel o cartón, que es fácilmente reciclable, o incluso se puede vender a granel. En el caso de los champús de VeganCare, todos están envasados en cajas de papel reciclado.

La solución ideal para el gimnasio o para ir de vacaciones

Pones la mano en tu bolsa del gimnasio o de viaje, y sientes que está extrañamente húmeda, y de repente te das cuenta, con pánico, de que probablemente el maldito bote de champú no estaba bien cerrado y que ha derramado algo de champú sobre tu ropa y pertenencias. ¿Te resulta familiar esa experiencia?

Si esto te resulta familiar, entonces le resultará más fácil comprender las limitaciones de un champú líquido, y cómo puede convertirse en un objeto de frustración durante nuestros viajes, ya sea al gimnasio o de vacaciones.