Ya sea que tengas una MacBook segunda mano o una completamente nueva, debes saber que estos equipos necesitan un cierto cuidado. Solo de esa manera puedes asegurar que su vida útil sea tan extensa como lo necesites.

Para que te sea fácil, vamos a mostrarte 7 consejos para cuidar una MacBook. Son puntos que muchos usuarios no toman en cuenta, y precisamente por ello sus equipos duran poco. Por ende, presta atención y aplícalos si de verdad quieres que tu inversión haya valido la pena.

Mantén la MacBook en temperaturas frías

La MacBook no está hecha para trabajar en un ambiente demasiado caliente. Todo lo contrario, esta laptop se encuentra destinada a usarse en climas fríos, en los cuales se mantiene mucho mejor y con un rendimiento más óptimo.

Basándonos en eso, cuidar una MacBook implica que no la expongas al sol de manera directa. Eso podría dañar algún componente, como por ejemplo la batería o el sistema de enfriamiento. Tampoco la coloques en un lugar donde la temperatura sea muy elevada.

Una buena idea para aplicar este consejo es comprar una funda aislante. Esta protegerá aún más tu MacBook, impidiendo que los rayos del sol la afecten. Pero procura que sea un modelo de buena calidad.

Compra una funda para el teclado

Proteger el teclado de esta laptop es vital. El polvo suele introducirse en las teclas, y poco a poco va haciendo que funcionen peor.

Contra ello lo mejor es que compres una funda. Esta impedirá que la suciedad pueda entrar al interior del teclado.

No sobrecargues la batería

Cuidar una MacBook implica también no excederse en la carga de su batería. Solemos tener la costumbre de dejarla conectada por horas, aun cuando ya está cargada por completo.

Eso es un error debido a que reduce el tiempo de vida útil de la batería. Normalmente tendría que durar al menos 2 años. Sin embargo, al sobrecargarla constantemente ese período puede reducirse a menos de un año.

Con base en eso, debes ir cambiando este hábito, si es que lo tienes. La batería de tu MacBook está diseñada para durar varias horas con una sola carga. Utilízala así, y conéctala a la corriente eléctrica tan solo cuando sea absolutamente necesario.

Instala todas las actualizaciones necesarias

Las actualizaciones que se hace para la MacBook no son un simple adorno. Por el contrario, muchas de ellas sirven para optimizar el rendimiento. Algunas hasta aportan nuevas funciones de protección.

En ese sentido, actualizar el equipo con frecuencia es indispensable para cuidar una MacBook. Cada actualización te defenderá de los peligros ya conocidos y de cualquier otro que desconozcas.

Lo mejor es que el proceso es muy sencillo. La propia laptop te indicará cuando haya nuevas actualizaciones disponibles. Tú único deber será aprobar su instalación (en el caso de que no tengas activado el modo de actualización automática).

Acostúmbrate a reiniciar el equipo

Otro hábito muy presente en los usuarios de MacBook es jamás reiniciar la laptop. Generalmente, prefieren ponerla en reposo y encenderla de nuevo cuando la vayan a usar, para así ahorrar tiempo.

Si bien es muy cómodo, no debemos tomar esto como una costumbre inquebrantable. Lo ideal es que de vez en cuando reinicies el equipo. Esto sirve para renovar el funcionamiento, lo que se traduce en una mayor rapidez.

Compra un protector

Más arriba hablamos de las fundas aislantes. Pues bien, igual de útil es un buen protector. Este sirve para resguardar la MacBook contra muchos peligros: caídas, exposición al agua, golpes accidentales, etc.

Lo que hace el protector es recibir el impacto y reducir el daño final. Tal vez no te parezca suficiente, pero en ciertos casos puede hacer la diferencia entre tener una laptop dañada y otra que todavía funciona.

Hazle una limpieza a la pantalla

Muchas veces ignoramos lo sucia que puede estar nuestra pantalla. Esto se debe a que normalmente no la vemos a la luz del sol. Si lo hiciéramos nos resultaría fácil notar todo el polvo acumulado.

La suciedad en la pantalla de la MacBook compromete su funcionamiento. En consecuencia, te recomendamos limpiarla al menos una vez por semana utilizando un producto diseñado específicamente para ello.