Cuando se trata de financiación personal, las opciones disponibles varían en función de su situación y sus objetivos financieros. Mientras que algunos prefieren el leasing al alquiler porque ofrece más flexibilidad y seguridad, a otros les interesa alquilar porque es más barato que comprar. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el leasing y las ofertas de renting para que puedas tomar la decisión más adecuada a tu situación.

¿Qué es el leasing?

El leasing es un tipo de financiación, a veces denominada financiación de activos, en la que una empresa es propietaria o alquila sus bienes, activos inmobiliarios o equipos empresariales. Si opta por el leasing, la empresa puede ser propietaria de los activos, pero usted no adquiere la propiedad de los mismos. En este caso, la empresa de leasing es propietaria de los activos, pero usted no los posee. Para que el leasing sea una opción, es posible que tenga que cambiar su forma actual de hacer negocios. Como mínimo, probablemente querrá cambiar sus prácticas contables para que los activos aparezcan en sus libros como activos de la empresa de leasing. También es probable que tenga que contratar a una empresa de leasing especializada para que gestione y atienda su arrendamiento.

¿Qué es el alquiler?

Al igual que el leasing, el alquiler es un tipo de financiación en el que una empresa es propietaria de su inmueble, pero usted no adquiere la propiedad del mismo. La diferencia entre el alquiler y el leasing es que en un acuerdo de alquiler usted adquiere la propiedad del inmueble mediante la firma de un contrato de arrendamiento con un arrendador. En otras palabras, usted firma un contrato de arrendamiento con el arrendador y ambos lo firman, y el arrendador recibe una renta por la propiedad. La mayoría de los contratos de alquiler son a corto plazo y tienen una duración determinada. A diferencia de las hipotecas, que suelen ser a largo plazo, por ejemplo 30 años.

Diferencias entre leasing y alquiler

– Propiedad – Con el leasing, usted no es propietario de los bienes. Con el alquiler, el propietario es dueño del bien. – Obligación financiera – Con el alquiler, tienes una obligación financiera con el propietario. Con el alquiler, no. – Fijo o flexible: con el alquiler, puedes elegir entre acuerdos fijos y flexibles. Con el leasing, no puedes elegir entre modalidades fijas y flexibles. – Rentabilidad: con el alquiler, no conoce la rentabilidad de su inversión. Con el leasing, sí. – Impuestos – Con el alquiler, no se le retienen impuestos de la renta. Con el leasing, sí. – Riesgo – Con el alquiler, asume el riesgo de que la propiedad pierda valor. Con el leasing, asume tanto el riesgo de una pérdida de valor como el riesgo de una pérdida total si el bien falla. – Duración – Con el alquiler, no sabe cuándo dejará de alquilar. Con el leasing, sí lo sabe.

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