Dependiendo de sus objetivos y preferencias, puede elegir entre un programa de tratamiento manual o automático en una clínica de botox Madrid. Un programa de tratamiento manual consiste en inyectar una pequeña cantidad de botox a intervalos durante un periodo de tiempo. Es el tipo de tratamiento más habitual y suele denominarse inyectable «en el punto de atención» o «de primera línea». Un programa de tratamiento manual suele ser más fácil de establecer y mantener. Sin embargo, esto sólo es aplicable si quiere hacerlo usted mismo. Si desea probar el tratamiento manual y es experta en maquillaje, inyectables o cuidado de la piel, puede establecer su propio programa de tratamiento personalizado.

Un programa de tratamiento manual puede ser bastante eficaz, sobre todo si lo utilizas con regularidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de las personas necesitan entre 4 y 8 tratamientos para lograr resultados óptimos. Un programa de tratamiento automático contrasta con un programa de tratamiento manual. Con los tratamientos automáticos, el médico aplica el medicamento y luego cierra el lugar de la inyección para evitar que el medicamento afecte a su piel. Este es el método recomendado para recibir Botox para aquellos que prefieren no establecer o mantener un programa de tratamiento manual.

Efectos secundarios de recibir Botox

Como se ha mencionado anteriormente, los efectos secundarios de recibir Botox vienen determinados en gran medida por la zona a tratar y por cada paciente. De hecho, las zonas más propensas a verse afectadas son las más fáciles de inyectar, como la frente, la barbilla y el labio superior. Además, hay que tener en cuenta que los efectos secundarios de cualquier procedimiento pueden ser mayores en determinadas personas, como los menores de edad y las personas que toman determinados medicamentos.

Como ya se ha mencionado, los principales efectos secundarios de un tratamiento anestésico de intensidad moderada a alta son la anestesia local, el dolor de cabeza y el babeo. Sin embargo, también hay una serie de efectos secundarios menos comunes pero graves, como problemas respiratorios, latidos cardíacos anormales y mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel.